¡Destruye el blog!

|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
¡PINCHA PARA DESTRUIR EL BLOG!
Usa las flechas para moverte y la barra espaciadora para disparar...
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||

Doble chiste

- (Voz femenina) Padre, perdóneme porque he pecado. 
- Dime, hija, cuáles son tus pecados?
 - Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mí, pobre pecadora.
 - Cómo es éso, hija? 
- Es que cuando hablo con un hombre tengo sensaciones en el cuerpo que no sé como describirlas... 
- Hija, por favor, que también soy un hombre... 
- Sí, padre, por eso vine a confesarme con usted.
 - Bueno hija, y cómo son esas sensaciones? 
- No sé cómo explicarlas, por ejemplo, ahora mi cuerpo se rebela a estar de rodillas y necesito ponerme más cómoda. 
- En serio? 
- Sí, quiero relajarme y quedarme tendida... 
- Hija, tendida cómo? 
- De espaldas al piso, hasta que se me pase la tensión...
 - Y qué más? 
- Es como que tengo un sufrimiento que no le encuentro acomodo. 
-¿ Y qué más? 
- Como que espero un poco de calor que me alivie... 
- ¿Calor? 
- Calor, padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer... 
- Y qué tan frecuente es esa tentación? 
- Permanente, padre, por ejemplo, ahora me imagino que sus manos sobre mi piel me darían mucho alivio... 
- Hija! 
- Sí, padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerte me estruje entre sus brazos y me dé el alivio que necesito... 
- ¿Por ejemplo yo? 
- Por ejemplo, usted es la clase de hombre que imagino me puede aliviar. 
- Perdóname, hija mía, pero necesito saber tu edad... 
- Setenta y cuatro padre. 
- Hija, ve en paz, que lo tuyo es reumatismo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario